Después del excelente rato que pasamos el año pasado durante el Primer
Festival Internacional de la Cerveza en Morelia era obvio que asistiríamos
nuevamente al de este año: Harta cerveza artesanal michoacana, camaradería con
nuestros colegas de The
Beer Company, y mucho aprendizaje sobre cervezas demoniacas con nuestros
amigos de La Abadía; Así podemos resumir nuestra experiencia cervecera del fin
de semana pasado.
Este año afortunadamente no estuvo tan carrereado como el pasado (al
cual llegamos tardísimo por culpa de la blasfema costumbre de hacernos trabajar
en Sabbath) ya que me previne de toda preocupación laboral pidiendo no tan sólo
el sábado libre, sino también el lunes para evitar el clásico "San
Lunes" o tener que ir con vestigios de la resaca a trabajar, jejeje.
Así que llegamos a buena hora al festival, y como me había echado un par de camineras durante el viaje y el estómago ya pedía botana, fuimos sin más preámbulo a un puesto de tacos al pastor que pusieron en el festival -una brillante idea sin duda- y los acompañamos con una caguama Zillertal: una pale lager Uruguaya que se me hizo un poco dulzona para el estilo, pero hizo buen par con los tacuaches, y sirvió también para hacerle los honores al país invitado.
Así que llegamos a buena hora al festival, y como me había echado un par de camineras durante el viaje y el estómago ya pedía botana, fuimos sin más preámbulo a un puesto de tacos al pastor que pusieron en el festival -una brillante idea sin duda- y los acompañamos con una caguama Zillertal: una pale lager Uruguaya que se me hizo un poco dulzona para el estilo, pero hizo buen par con los tacuaches, y sirvió también para hacerle los honores al país invitado.
Ya con la tranquilidad que da el tener algo comida y cerveza en la panza,
nos dedicamos a explorar el lugar: habían más o menos como una veintena de
expositores de cerveza, un par de tiendas especializadas en cerveza, varios
puestos de garnachas y salchichas, un puesto de tabaco y shishas, y el escenario
donde no paró de sonar la música que fue de bandillas de rock hasta un tenor con un cuarteto de cuerdas.
Algo que me sorprendió fue ver que la mayoría de los expositores eran
cerveceros locales, así como constatar la ausencia de algunos de los cerveceros
mexicanos artesanales más reconocibles: como Calavera, Cucapá o Minerva. Que
lástima que no fueron, pues pienso era una buena oportunidad para extender la
cultura y convivir con la comunidad cervecera de nuestro país.
Pero no fue necesario derramar lágrimas, pues probando las creaciones
de los cerveceros que asistieron pudimos encontrar algunas cervezas
interesantes y otras, de hecho, bastante buenas. Entre estas creo que puedo
destacar a los poblanos de cerveza Mirra, con una Hefeweizen y una Sweet Stout bastante bien logradas; la Cerveceria La Bru de Morelia; especialmente me gustó su
cerveza tipo India Pale Ale (IPA), que aunque de carácter un poco ligero
para el estilo, tenía muy buen sabor. También me gustó la Pale Ale de nuestros amigos de la Cervecería Brewfus, también de Morelia, aunque nos quedamos con las ganas de probar su IPA que ya ha ganado algunos reconocimientos a nivel nacional.
Otra agradable sorpresa nos la dió la Cerveza Mytika, elaborada por el
cervecero Iram Monzón, quien no tiene miedo en incursar en algunos estilos que
han sido prácticamente ignorados en México, entre ellas una Roggenbier
(un estilo alemán de cerveza de centeno) o también una Rauchbier
(Cerveza ahumada) con un grandioso aroma a tocino.
Con Iram Monzón y su cerveza Mytika |
Después de degustar las delicias cerveceras que el bello estado de Michoacán tiene para ofrecer, decidimos partir al otro lado del charco, y visitar el estand de los micro-cerveceros europeos Mikkeller (Dinamarca) y De Molen (Holanda), famosos internacionalmente por hacer cuantiosos experimentos cerveceros con resultados impredecibles, algunos de ellos realmente asombrosos.
Con Alejandro G.L. en el estand de Mikkeller y De Molen |
Yo probé una Doble IPA de Mikkeller llamada "I Hardcore You" que hizo en colaboración con la
cervecera escocesa Brewdog, y Graciela prefirió hacerme ver como una nena
eligiendo una cerveza llamada "Black
Hole" también de Mikkeller: una Imperial Stout con un contenido de
alcohol arriba del 13% O:!!
Para disfrutar estos cervezones mejor decidimos tomar un descanso en
unos sillones que había frente al escenario, los cuales compartimos con nuestro
buen amigo y colega Edgar Mercado, organizador del evento y director del Beer
Company en Morelia. Ahí apreciamos admirados como el tenor michoacano Gilberto Amaro Romero
pasó al escenario para deleitarnos con música como la que no se había
escuchado, hasta donde yo sé, en ningún otro festival cervecero en México.
Con Edgar Mercado, organizador del evento |
Prosiguiendo con una ilustrativa conversación sobre cervezas mexicanas memorables, Edgar nos recomendó que
probáramos una cerveza llamada Insurgente Nocturna: una Black IPA hecha en
Tijuana B.C. que me gustó bastante y que demuestra lo que los micro-cerveceros
mexicanos son capaces de hacer cuando se lo proponen. No puedo esperar para
probar las demás creaciones de la Cervecería
Insurgente, especialmente su IPA llamada "La Lupulosa", pues como se podrán dar cuenta, sufro de una gustosa adicción al lúpulo.
Tampoco perdimos la oportunidad para saludar a nuestros compadres del Beer Company
Central, que se ocuparon de la noble tarea de surtir de cheves a tod@s l@s
sedient@s. Así como darnos una vuelta por La Abadía, de cuya impresionante
selección cervecera obtuvimos una tenebrosa tercia de cervezas, muajaja >:)
Conclusión: ¡Otro festival memorable!... Y es que no podría haber sido de otra
manera: cuando se juntan la buena cerveza, la buena música, y los buenos
amigos, el resultado es garantizado. ¡Salucita y a ver si nos vemos próximamente
en San Miguel de Allende!
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